El Gobierno desea extender a las parejas de hecho las deducciones de las herencias

En la reforma fiscal que el Gobierno acometerá este año, el Impuesto sobre Sucesiones es uno de los principales caballos de batalla y, en medio de una gran impopularidad, el PSOE deberá conseguir el apoyo de las Comunidades Autónomas para lograr éxito en

Así lo confirmaron fuentes del partido, aunque horas después, la Secretaria de Política Económica y Empleo del PSOE, Dª Inmaculada Rodríguez-Piñero, negó en declaraciones a agencias que el PSOE esté preparando, junto con el Gobierno, una reforma del Impuesto. Sin embargo, indicó que el partido está dispuesto a trabajar para eliminar las injusticias y agravios comparativos que puedan existir en los impuestos. Rodríguez- Piñero afirmó que todavía ni el PSOE ni el Gobierno están estudiando su posible reforma, porque –aún no toca». Igual que los matrimonios El polémico Impuesto sobre Sucesiones vuelve a estar, por tanto, de actualidad, y se prevé que siga estándolo en los próximos meses. La gestión del mismo está transferida a las Comunidades Autónomas, por lo que el PSOE tendrá que negociar. En Navarra y el País Vasco no se paga por las herencias, mientras que otros Gobiernos luchan por conseguir capitales ofreciendo incentivos fiscales. Según el experto en fiscalidad D. Félix Bornstein, el gravamen sobre las herencias, tal y como está articulado en la actualidad, es soportado en su mayoría por las rentas medias. Las grandes fortunas siempre pueden constituir sociedades con las que reducir hasta en un 95% el impuesto, mientras que las rentas bajas, con la posibilidad de tener exento el 95% del valor de la vivienda habitual y con las reducciones por parentesco, suelen absorber casi la totalidad de la base imponible. En el caso de las rentas medias, como los que tienen una segunda vivienda y algún dinero en forma, por ejemplo, de acciones, no tienen la estructura jurídica patrimonial de las sociedades, y el límite de 122.000 euros – en Madrid – de deducción sobre el valor neto de la vivienda habitual se queda corto, explicaba Bornstein.

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