El Gobierno socialista está decidido a agotar todas las opciones para sacar adelante los aspectos más relevantes de la llamada contrarreforma laboral a la impulsada por el PP en 2012. De este modo, el gobierno ha intensificado los contactos con la patronal CEOE y los sindicatos para incluir en un Real Decreto Ley de urgencia, que se apruebe en las próximas semanas, ciertos cambios en el mercado de trabajo, sumando el mayor de los consensos posibles, tal y como señalan fuentes de Moncloa.
Este Real Decreto Ley podría ser anunciado en un corto plazo de tiempo, hasta la celebración de las elecciones generales del próximo 28 de abril, momento en que entraría en funciones y perdería capacidad legislativa. Hasta entonces, los decretos que formalice podrán ser convalidados por la Diputación Permanente del Congreso, una vez disueltas las Cortes.
El gobierno podría utilizar los consensos alcanzados con los sindicatos
De hecho, fuentes implicadas en estas negociaciones aseguran que se están produciendo reuniones y conversaciones a contrarreloj entre los agentes sociales, aunque si no fuera posible incluir a los empresarios en el acuerdo, el Gobierno siempre podría echar mano de los puntos ya consensuados con los sindicatos recientemente, en virtud de los cuales se revertirá la prevalencia del convenio de empresa sobre el sectorial, se rescatará la ultraactividad de los convenios, se modificará la política de subcontratación y se impondrá el registro diario de la jornada de los trabajadores.