1. Introducción
En la actualidad, el correo electrónico o e-mail posibilita el intercambio de mensajes entre usuarios conectados, directa o indirectamente, a ordenadores a través de una red. De esta forma, se pueden realizar comunicaciones interpersonales entre usuarios de ordenadores personales, o intercambios electrónicos de datos entre aplicaciones situadas en ordenadores remotos.
Así, gracias a las nuevas tecnologías, existe la posibilidad, como sabemos, de que un usuario de ordenador de cualquier ciudad, mediante los medios adecudados, pueda consultar actividades empresariales o servicios de cualquier firma o empresa del mundo. Asímismo, también es posible que cualquier empresa o negocio pueda dar a conocer sus actividades, e incluso ofrecer sus servicios, de manera instantánea.
Una de las mayores características del correo electrónico es que el emisor y el receptor no tienen por qué estar conectados a la vez. El emisor puede enviar el mensaje, y aunque puede llegar en pocos minutos a su destino, el receptor lo recibirá físicamente en su ordenador, cuando se conecte a la red.
Actualmente, el correo electrónico es una herramienta habitual en numerosas empresas, e incluso a nivel doméstico, debido al crecimiento tan espectacular que ha sufrido. De todos los servicios y sistemas electrónicos existentes en la actualidad, el correo electrónico es el medio que más se está imponiendo, de forma masiva, en todo el mundo.
Por ello, y debido a la magnitud de la amenaza del correo tradicional, algunos organismos de correos ya están efectuando inversiones para sustituir, paulatinamente, muchos de sus envíos tradicionales por sistemas electrónicos, por ejemplo, envían cartas o postales al lugar de destino y allí las imprimen.
Por otra parte, también existen personas que consideran que el fax se ve amenazado por el potencial y la versatilidad del correo electrónico. Como es sabido, la principal ventaja del fax sobre la comunicación telefónica consiste en la posibilidad de transmitir imágenes, mejorando también el correo tradicional, en cuanto a su rapidez. A través del correo electrónico no sólo se combinan estas dos ventajas, sino que se amplían, puesto que la información remitida no se degrada en absoluto, teniendo en cuenta también que el uso del mail es más económico que el servicio de fax.
#ads1{display: none !important;}
#ads2{display: none !important;}
#ads3{display: none !important;}
#ads4{display: none !important;}
/*.code-block {display: none !important;}*/
#economist-inarticle{display: none !important}
#publicidad{display:none;}
#cortardivhglobal{display: none !important;}
¿Quieres seguir leyendo?
Suscríbete a Fiscal al día desde