1. LA ORATORIA FORENSE
Existe una victoria que ningún Juez podrá quitar nunca a un abogado: consiste en interpretar un alegato con tal fuerza, concisión, estructura y claridad que, por unos momentos, el cliente se sienta orgulloso de nuestra labor profesional y de habernos elegido como Letrado para su causa.
Los Abogados exponemos nuestras argumentaciones en Sala para ganar el pleito, y no para deleite del cliente, pero debemos tener en cuenta que para nuestros clientes, el hecho de pisar un Juzgado y de enfrentarse frente a la otra parte en el mismo, va a ser uno de los momentos más importantes de sus vidas y el haber sido elegidos para dicha ocasión supone un privilegio… sin duda.
Desde luego, ante una prueba plena o ante el convencimiento de un Juez – esté equivocado o no – de cara a valorar un determinado asunto, ni la mejor exposición oral podrá cambiar su criterio. Pero en caso de duda, ganar la batalla dialéctica al compañero nos ayudará a tener más posibilidades a la hora de decantar la balanza a nuestro favor.
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