El año ha terminado con buenas noticias para el mercado laboral español, bastante mejores incluso de los esperado, sin embargo, 2019 no ha empezado continuado esa mejoría. El número de parados registrados en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo aumentó en 83.400 respecto a diciembre, lo que supone el peor dato desde 2014, mientras que en el primer mes del año, cuando entró en vigor el nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 900 euros al mes, se destruyeron 204.865 empleos, una cifra que no se alcanzaba desde el año 2013, según los datos publicados hoy el Ministerio de Empleo, Migraciones y Seguridad Social.
No obstante, estos malos registros son ya una tónica habitual del mercado laboral español, puesto que en enero se pone fin a la campaña navideña, por lo que se pierden miles de puestos de trabajo. De hecho, el retroceso más intenso se ha dado en los sectores del comercio, donde se han reducido en casi 40.000 los afiliados, y la hostelería, con 38.246 trabajadores menos. Pero también destruyeron empleo en la Administración Pública (-12.746) y en la sanidad (-10.075), pese a que el último mes del año los buenos datos se consiguieron gracias exclusivamente al empuje de la Administración Pública, puesto que en el sector privado se destruyó. En realidad, todas las actividades perdieron trabajadores menos la agricultura, que sumó algo más de 1.000 cotizantes, y el sector inmobiliario, con unas decenas más.
El Ministerio justifica este descenso más acusado de la afiliación en que «el pasado mes de diciembre fue el de mayor crecimiento de trabajadores de los últimos once años». Esto ha provocado que si a final de año la cifra de ocupados sobrepasó los 19 millones, de nuevo se ha vuelto a reducir hasta los 18.819.300, aún así, la cifra más alta en un mes de enero desde 2008 y el ritmo de creación de empleo también bajó del 3% hasta el 2,94%.
Por otra parte, el número total de desempleados subió hasta los 3,28 millones después de crecer la tasa a un ritmo del 2,61%. Y es que el desempleo aumentó en todas las Comunidades Autónomas, pero especialmente en Andalucía (casi 20.000 desempleados más), Madrid (+11.308) y Valencia (+9.369). En cuanto a los sectores de procedencia, disminuyó entre quienes habían trabajado por última vez en la construcción, en casi 7.000 personas menos, y entre el colectivo sin empleo anterior (-1.346); por el contrario, aumentó entre los que habían desempeñado su última ocupación en los servicios (+85.584), agricultura (+ 4.920) e industria (+1.202).