El Gobierno ha aprobado la implantación de la tasa ‘Google’ y tasa ‘Tobin’, figuras con las que prevé recaudar más de 2.000 millones de euros y que, finalmente, no serán finalistas y no se destinarán íntegramente al pago de las pensiones.
La ministra de Trabajo había reclamado en más de una ocasión la recaudación de una o incluso de las dos figuras. Sin embargo, finalmente Hacienda ha decidido crearlas sin un objetivo finalista, aunque al mismo tiempo el Gobierno deja abierta la posibilidad de que sí ayuden al pago de las pensiones.
De hecho, los PGE prevén una transacción de 850 millones a la Seguridad Social «en apoyo a su sostenibilidad presupuestaria». Esta cifra es, precisamente, la que el Gobierno espera recaudar por el impuesto a las transacciones financieras, por lo que la relación parece evidente, y además la ministra portavoz del gobierno ha señalado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la recaudación de esta figura sí se destinará a sufragar pensiones.
Sin embargo, tanto Trabajo como Hacienda matizan estas palabras y apuntan que no existe una obligación de que la tasa ‘Tobin’ se destine siempre y de manera íntegra al pago de pensiones, sino que ayudarán a sufragar las posibles transacciones que se realicen tanto este año como en lo sucesivo.
En todo caso, «se trata de un impuesto indirecto que grava con un 0,2% las operaciones de adquisición de acciones de sociedades españolas, con independencia de la residencia de los agentes que intervengan en las operaciones, siempre que sean empresas cotizadas y que el valor de capitalización bursátil de la sociedad sea superior a los 1.000 millones de euros», explica el Ministerio de Hacienda. El sujeto pasivo será intermediario financiero que transmita o ejecute la orden de adquisición, que muy probablemente repercutirá el impuesto al inversor por lo que es una figura que afecta directamente a la clase media.
Impuesto a los servicios digitales
En cuanto al impuesto a los servicios digitales, Hacienda espera recaudar 1.200 millones gravando con un 3% los servicios de publicidad dirigida en línea de compañías que tengan unos ingresos anuales de 750 millones y cuya actividad en España alcance los 3 millones. Con esta figura se pondrá fin a la «competencia desleal» de grandes empresas que no cumplen con sus obligaciones tributarias.
La ministra portavoz también ha subrayado que España es el primer país de la Unión Europea en crear una figura de este tipo pero que el conjunto de la UE está cerca de dar forma a una figura de este tipo, algo que parece discutible ya que las reuniones que se han celebrado para llegar a un consenso europeo sobre este punto han sido infructuosas.
Dudas sobre la recaudación
A todas estas confusiones e inexactitudes, hay que añadir la existencia de muchas dudas sobre cuál será la recaudación real que aporten estas figuras. En primer lugar, porque Hacienda no sabe cuándo entrarán en vigor ya que antes deben ser aprobadas por el Congreso, situación que ya hace pensar que no se alcanzarán las cifras previstas para todo el año.
Pero es que, además, los 1.200 millones estimados para la tasa Google supone una cifra muy abultada si se tienen en cuenta las previsiones de Europa. La UE calcula que, como máximo, los 28 países podrían recaudar en total un máximo de 4.800 millones. Si se tiene en cuenta que España representa cerca de un 7,5% del PIB de la UE, la recaudación a la que España podría aspirar serían unos 360 millones, tres veces menos de lo que estima el Ejecutivo. Sin embargo, la portavoz del gobierno no ha dudado en afirmar que la estimación es «prudente».