El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha concedido la incapacidad laboral permanente a la víctima de una violación por las secuelas psíquicas y psicológicas que le ha dejado la agresión sexual sufrida hace más de dos décadas.
El fallo judicial del TSJ de Castilla y León, confirma una sentencia anterior del Juzgado de lo Social de Zamora y admite que la víctima padece estrés postraumático crónico y un trastorno de ansiedad que le limita para trabajar en lugares aislados o en contacto con desconocidos en soledad.
La mujer se sometió durante dos décadas a tratamiento psicológico y psiquiátrico hasta que hace dos años reclamó la incapacidad permanente, ya que la salida de prisión del violador acentuó su sintomatología postraumática y le provocó «ansiedad generalizada, hipervigilancia, evitación, escape y sintomatología vegetativa«.
La petición fue desestimada inicialmente por la Seguridad Social, por lo que elevó el caso a la vía judicial y obtuvo una primera respuesta favorable del Juzgado de lo Social de Zamora que ahora ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en una sentencia que ya es firme al no haberse recurrido en casación.
El subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha subrayado que ha habido pocos casos como éste y se trata de un fallo judicial «excepcional». Ha indicado que además de respetar la sentencia, la ve «coherente», ya que «lo que dice el Juzgado son palabras incuestionables, no hay más que añadir».