Ya tenemos los datos oficiales de la amnistía fiscal que se han hecho públicos en el Congreso de los Diputados por el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoso. El Ministro afirmó que el plan extraordinario de regularización fiscal ha aflorado al menos 40.000 millones de euros, lo que supone un ensanchamiento muy significativo de las bases tributarias que incrementarán la recaudación a partir de ahora.
Según los datos oficiales publicados, el total de lo recaudado por el plan extraordinario de regularización fiscal, que concluyó el pasado 30 de noviembre, ascendió a 1.192 millones de euros ingresados. La Agencia Tributaria recibió 31.529 declaraciones, con un importe medio de 37.800 euros. Según el Misterio el mayor número de declaraciones se presentó en el mes de noviembre con 29.242 declaraciones por un importe a ingresar de 1.050 millones.
En cuanto a la distribución de las declaraciones presentadas, el 98% correspondió a personas físicas. Es decir, del total de 31.529 presentadas (29.683 contribuyentes), 30.871 se refirieron a personas físicas (29.065 contribuyentes), y el resto, 658 declaraciones (618 contribuyentes), correspondieron a personas jurídicas.
Si el patrimonio aflorado ha sido de al menos 40.000 millones de euros pero lo recaudado han sido 1.192 millones de euros (siendo que el tipo para regularizar las rentas era del 10%), la conjetura lógica que cabe hacer es que muchos de los contribuyentes que optaron por presentar la declaración especial incluyeron rentas que procedían de periodos ya prescritos, regularizando el patrimonio y pagando solo por los rendimientos
generados. Con estos datos, ¿Se puede calificar de éxito a la amnistía fiscal? ¿Qué opinión tiene el ciudadano y empresario que comienza el año 2013 con una mayor presión fiscal porque hay que reducir el déficit público? ¿Quién es el responsable de dicho déficit, el ciudadano? ¿Quién se ha beneficiado en último término de dicha amnistía? Preguntas para las que a buen seguro el lector tendrá su propia respuesta.
Terminaremos esta editorial deseando que dicha amnistía no se haya utilizado para los fines expresados en un comunicado emitido por la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda, y en el que dicho colectivo denunciaba que la amnistía fiscal, dada su opacidad –no había que manifestar el origen de las rentas–, ha podido ser utilizada presuntamente por los defraudadores para reintroducir en el circuito legal –blanquear– fondos ilícitamente obtenidos.
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