El Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2009 no contempla la actualización de las variables cuantitativas básicas para la determinación de la cuota del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y que consisten en las reducciones por obtención de rentas del trabajo y por la realización de actividades económicas dependientes, los mínimos personales, por edad, discapacidad, descendientes, ascendientes, y la tarifa estatal y autonómica.
Esta opción de no actualización de las cantidades en el IRPF se ha querido justificar en base a la idea de la necesidad de recursos adicionales por parte de las Administraciones públicas cuantificados en 2.500 millones de euros, pero a nuestro juicio tal decisión debe ser valorada muy negativamente por varias razones.
Con anterioridad a la adopción de esta medida, por razones claramente políticas, se ha procedido a reducir el importe de las retenciones por importe de hasta 400 euros en función del tipo medio de gravamen de los contribuyentes. ¿No sería más justo que todos los ciudadanos puedan ver como lo que se les exige se va acompasando a la evolución de su capacidad económica medida con criterios objetivos?
La redacción del articulado del Proyecto de Ley se anuncia como una modificación del artículo que, en realidad, repite la redacción anterior para, quizás, producir error en el lector que pueda suponer que se actualizan las tarifas y cuantías. ¿Quizás esta redacción se efectúe así para facilitar la modificación de la misma durante el iter legislativo?
Frente a la no actualización de las tarifas en el IRPF, el legislador considera conveniente actualizar en un 2% el valor catastral a efectos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles por lo que parece que los sacrificios no se van a repartir entre todos, lo que parece desleal con los ciudadanos.
Por último, cabe recordar que la inflación de 2008 estará próxima al 4% siendo la actualización para dicho ejercicio del 2% y que todos los gobiernos de la democracia se han negado a actualizar las tarifas del IRPF de forma ajustada a la inflación real. Tampoco se han caracterizado estos gobiernos por haber tenido una gran éxito en la lucha contra este fenómeno económico.
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