En este primer número de 2006, su Revista Fiscal-Laboral al día pasa a tener una periodicidad mensual por lo que respecta a la revista en soporte papel pero continúa con su apuesta por internet con actualización diaria de las noticias y la posibilidad para todos nuestros consultores de consultar la revista en papel por vía digital.
La evolución se explica dentro de la política de asegurar una información completa y actualizada para todos nuestros lectores en materias como la fiscal y la laboral que ha sido nuestro objetivo desde el momento de su lanzamiento allá por el año 1999. La inmediatez exigida por los nuevos tiempos exigen una presencia cada vez más activa y completa en internet que ha de ser acompañada de la presencia de la revista en soporte papel con unos contenidos más reposados y que permitan contemplar la realidad jurídico-tributaria y fiscal con mayor perspectiva y, por lo tanto, con mayor calidad tanto por lo que respecta al análisis de la jurisprudencia como los temas a fondo o los formularios.
Este nueva etapa se inicia en 2006 que parece que será un año, otro, en el que se producirán cambios fiscales.
Si bien parece que la reforma del IRPF se está retrasando más de lo esperado, lo cierto es que se esperan cambios en el Impuesto sobre Sociedades que pueden significar una reducción de los tipos de gravamen aplicables a la mayoría de empresas.
Por otro lado, en combinación con el proceso de reformas estatutarias, la financiación de las Comunidades Autónomas de régimen común será revisada ampliando una vez más, quizás, la capacidad y la cuantía de la cesión de los principales tributos del sistema siempre buscando la conciliación entre los principios de capacidad financiera, autonomía y solidaridad.
Como siempre, parece que la financiación local, auténtico patito feo de las reformas fiscales, no está en la agenda inmediata de los responsables políticos.
Finalmente, habrá que estar atentos a la evolución de la normativa de origen autonómico sobre los diversos tributos cedidos en los que las diferencias cada vez son más evidentes y, en algún caso, como el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones auténticamente dramáticas.
áBienvenidos a esta nueva y apasionante etapa!
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