Miembros de la comunidad científica llevan tiempo denunciando que los crecientes niveles de contaminación electromagnética son un riesgo para la salud y que las instituciones de protección radiológica están siendo influenciadas por las compañías de telecomunicaciones.
El Tribunal Superior de Justicia de Aragón ha reconocido a un trabajador que la electrosensiblidad que sufre es consecuencia de un accidente laboral. La sentencia es la tercera en España que considera que la enfermedad fue causada por la excesiva exposición electromagnética del trabajador en las instalaciones de una empresa eléctrica en Aragón, según ha informado la Asociación Independiente para Defender la Salud (Asides).
En 2013 los servicios médicos de la empresa le valoraron como persona sensible a campos electromagnéticos, no obstante tuvo que seguir trabajando en las oficinas situadas en Madrid junto a wifis y antenas de telefonía.
Según la asociación, en 2016 un ingeniero de telecomunicaciones consiguió que el TSJ de Madrid declarase que su electrosensibilidad era causa de incapacidad laboral, del mismo modo que lo lograba en 2017 una trabajadora de la Universidad de Murcia.
Diferentes organizaciones ecologistas y colectivos de afectados vienen solicitando que se reduzcan los actuales límites de emisión electromagnética, tanto en el ámbito laboral como para la población en general.