Según un reciente estudio publicado por el Instituto de Estudios Fiscales (I.E.F.), sólo uno de cada cinco españoles alertaría a la Agencia Tributaria en el caso de que tuviera conocimiento de que personas de su entorno estuvieran cometiendo un importante fraude fiscal. El informe señala que una amplia mayoría de la población, el 64%, no informaría a Hacienda si descubriera un engaño fiscal.
Y lo cierto es que esta postura está tan consolidada entre la ciudadanía que la existencia de un premio para alertar a la Agencia Tributaria no supondría incentivo alguno para un 73% de los contribuyentes españoles. Sí¶lo el 18% estaría dispuesto a firmar un acuerdo con Hacienda para colaborar en la lucha contra el fraude en su sector. Incluso esta última posibilidad la rechazan el 58% de los ciudadanos encuestados.
Pese a la evidencia de estos datos, el informe determina que existe en la sociedad española un cierto grado de compromiso personal para atajar el fraude, pero que el cumplimiento de las obligaciones con la Hacienda Pública prefiere mantenerse en el ámbito de las decisiones estrictamente individuales. A modo de ejemplo, tres cuartas partes de los entrevistados aseguran que no contratarían a una empresa o a un profesional que fuera un experto defraudador.
¿Cuáles son las causas del elevado grado de fraude fiscal existente a la fecha en nuestro país? Los contribuyentes indican como principales motivos los siguientes:
÷ la sensación de impunidad de los grandes defraudadores
÷ la presión fiscal excesiva
÷ la falta de conciencia cívica de los ciudadanos
÷ el convencimiento de que existen colectivos que defraudan sistemáticamente Ö un 68% de los encuestados cree que los empresarios ocultan operaciones a Hacienda asiduamente, así como los profesionales liberales y los autónomos, cuyas actividades económicas, al no estar sometidas a retención, están menos controladas por la Administración. En cambio, sólo un 2% considera que los trabajadores asalariados defraudan con frecuencia.
Sobre los tipos de fraude, los engaños relacionados con el Impuesto sobre el Valor Añadido (I.V.A.) son los considerados menos perjudiciales, así como no presentar la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (I.R.P.F.) En cambio, no ingresar en Hacienda las retenciones de los trabajadores y evitar abonar en su totalidad el Impuesto sobre Sociedades (I.S.) se sitúan en un nivel medio. La economía sumergida, no obstante, es el fraude más rechazado.
¿Posibles soluciones? Sin perjuicio de que como afirma el Director General de la Agencia Tributaria, D. Luis Pedroche, lo cierto es que la gran mayoría de los contribuyentes cumple con sus obligaciones fiscales correctamente y que se reciben un buen número de denuncias, sería de desear que ya desde la escuela primaria y secundaria se impartiera a los alumnos educación cívico-fiscal, lo que a buen seguro redundaría en una disminución de los niveles de fraude. De hecho, ya se han empezado a crear programas dirigidos a portales de Internet para niños y profesores.
Si los ciudadanos tuvierámos un mejor conocimiento de la utilización de los impuestos que pagamos – la relación tributos – servicios públicos -, junto con una gestión más eficaz y transparente y una simplificación de los trámites de los mismos, posiblemente la cuestión mejoraría sensiblemente.
Como siempre, desde la redacción de FISCAL&LABORAL AL DÍA estaremos alerta para mantenerles informados.
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