Los ministros de Finanzas del G20, reunidos ayer en Estambul, renovaron su compromiso con el plan de acción de la OCDE contra la “erosión de la base imponible y la transferencia de beneficios” (BEPS, por sus siglas inglesas).
El plan BEPS se compone de 15 medidas, siete de las cuales ya fueron aprobadas el pasado año en Brisbane (Australia), entre ellas nuevos estándares para el intercambio automático de información tributaria entre países. Las restantes se presentarán en noviembre en la cumbre de líderes del G20 en Antalya (Turquía).
La OCDE instó a avanzar en las negociaciones sobre un instrumento global, más transparente, al que subordinar los más de 3.000 tratados bilaterales contra la doble imposición y evitar así que este tipo de acuerdos faciliten la elusión de impuestos. Además, se han concretado medidas destinadas a evitar que las multinacionales se aprovechen de las diferencias en la legislación tributaria.
Así, las empresas con una facturación superior a 750 millones de euros deberán detallar, a partir del año que viene, las ventas, ganancias, número de empleados, activos e impuestos que registran en cada país y enviarlos a la Hacienda del Estado en que tengan su sede legal. Y a partir de 2017, las administraciones deberán compartir estos datos con las de otros países en que la multinacional tenga actividades, de acuerdo con los tratados existentes.
Fuente: El País