La Comisión Europea propuso ayer orientaciones a los Estados miembros para ayudar mejor a que los desempleados de larga duración vuelvan a conseguir empleo. Tras la reactivación de la Iniciativa de Empleo Juvenil en el mes de mayo, esta es otra iniciativa concreta en el contexto de la agenda económica y social general de la Comisión Juncker, que pretende reforzar la creación de empleo, la recuperación económica y la justicia social en Europa.
En Europa hay más de doce millones de personas que llevan más de un año en paro. A pesar de la recuperación económica y de los signos de mejora en el mercado de trabajo de la UE, su número se duplicó entre 2007 y 2014, llegando a representar aproximadamente la mitad del número total de desempleados. El Plan de Inversiones para Europa tiene potencial para crear millones de nuevos puestos de trabajo. No obstante, aun cuando se crean nuevos puestos de trabajo a menudo resulta muy difícil para los desempleados de larga duración reincorporarse con éxito al mercado laboral. Por tanto, la propuesta de Recomendación del Consejo presentada hoy prevé que todos los solicitantes de empleo que lleven más de doce meses en paro sean objeto de una evaluación individual y reciban un acuerdo de integración laboral en el que se les ofrezca un plan concreto y personalizado para volver a trabajar antes de que lleguen a estar dieciocho meses en paro.
Marianne Thyssen, Comisaria de Empleo, Asuntos Sociales, Capacidades y Movilidad Laboral, ha declarado lo siguiente: «El desempleo de larga duración es uno de los problemas más difíciles y graves que ha causado la crisis económica y afecta a más de doce millones de personas en Europa. Tal desempleo expone a una parte cada vez mayor de nuestra población al riesgo de caer en la pobreza y la exclusión social. Debemos actuar para reintegrar a estas personas en el empleo. No podemos aceptar una recuperación económica que deje de lado a tantos ciudadanos europeos. Confío en que la propuesta de hoy, con el pleno apoyo de los Estados miembros, los interlocutores sociales y los empleadores, contribuya a que cambie su situación».
La propuesta se centra en los servicios que se ofrecen a los desempleados de larga duración para ayudarles a reincorporarse al mercado laboral y propone acciones concretas para reforzarlos. Se basa en las mejores prácticas recogidas por los Estados miembros.
Asimismo, presenta tres pasos clave:
- fomentar la inscripción de los desempleados de larga duración en un servicio de empleo;
- facilitar a cada desempleado de larga duración que esté inscrito, antes de que lleve dieciocho meses en paro, una evaluación individual detallada a fin de determinar sus necesidades y su potencial;
- ofrecer un acuerdo de integración laboral a todos los desempleados de larga duración inscritos antes de que lleven dieciocho meses en paro.
El acuerdo de integración laboral debería constar de un plan personalizado para que el desempleado de larga duración vuelva a tener trabajo. Dependiendo de los servicios que existan en cada Estado miembro, el plan puede incluir: tutoría, ayuda a la búsqueda de empleo, educación y formación complementarias, así como ayudas para la vivienda, el transporte y los servicios de atención sanitaria y de atención a la infancia o la readaptación. Tales servicios deben prestarse a través de un punto de contacto único, a fin de garantizar la continuidad y la coherencia de la ayuda. Asimismo, debe indicar claramente los derechos y las responsabilidades tanto de los desempleados como de las organizaciones que prestan ayuda.
La propuesta también pide la participación activa de los empleadores mediante la asociación con las autoridades públicas, ampliando la gama de servicios que pueden recibir y ofreciéndoles incentivos financieros específicos.
Los Estados miembros pueden aplicar estas recomendaciones con ayuda del Fondo Social Europeo.
A continuación la propuesta de la Comisión será presentada al Consejo para su debate y adopción. Las medidas que se señalan en la Recomendación empezarán a aplicarse en cuanto los Estados miembros lleguen a un acuerdo.
Contexto
Los desempleados de larga duración representan actualmente el 5 % de la población activa. La proporción de desempleados de larga duración en la población activa varía mucho entre los distintos Estados miembros y oscila entre un 1,5 % en Austria y un 19,5 % en Grecia.
Cuanto más tiempo llevan fuera del mercado laboral, más les cuesta volver a ser contratados. De los doce millones de desempleados de larga duración que hay en la UE, más del 60 % lleva ya más de dos años seguidos en paro. Cada año una de cada cinco personas deja de intentar encontrar empleo y se convierte en inactiva, lo cual trae consigo un grave riesgo de pobreza y exclusión social para los desempleados y sus familias.
Si bien los desempleados de larga duración constituyen la mitad de los desempleados, se calcula que solo se les asigna el 20 % de los programas activos de empleo y, en muchos Estados miembros, carecen de acceso a servicios personalizados. Los programas que se ofrecen a los desempleados de larga duración no suelen implicar suficientemente a los empleadores. Solo un tercio de los Estados miembros coordinan la actuación de sus servicios de empleo y sus servicios sociales.
Ya se aplica una serie de medidas a nivel de la UE:
- se formulan Recomendaciones en el marco del Semestre Europeo, el ejercicio anual de coordinación de la política económica;
- hasta el 10 % del Fondo Social Europeo puede utilizarse para ayudar a los desempleados de larga duración durante el período 2014-2020, y
- la Red Europea de Servicios Públicos de Empleo está cooperando para intercambiar buenas prácticas.
La Recomendación que se presentó ayer complementará y reforzará estas actividades.
Fuente: Comisión Europea