La edición del informe de la OIT Perspectivas sociales y del empleo en el mundo de este año ofrece una previsión del desempleo mundial en 2017 y 2018, así como los niveles de desempleo en las economías, desarrolladas, emergentes y en desarrollo, con cifras y gráficos detallados.
El informe se centra además en la calidad de los empleos, así como en las formas vulnerables que adquieren los mismos y el impacto que estos tienen sobre el descontento social y el deseo de migrar. Proporciona orientación de políticas sobre cómo incentivar el crecimiento económico y crear oportunidades de trabajo decente en todo el mundo.
La conclusión principal del informe es que en 2017, se prevé que el número de personas desempleadas a nivel mundial se sitúe en poco más de 201 millones – con un aumento previsto adicional de 2,7 millones en 2018 – ya que el ritmo de crecimiento de la fuerza de trabajo supera el de la creación de empleo.
El informe muestra que las formas de empleo vulnerable – como los trabajadores familiares no remunerados y los trabajadores por cuenta propia – deberían constituir más del 42 por ciento del empleo total, es decir 1.400 millones de personas en el mundo en 2017.
Tendencias regionales
Los autores advierten además que los desafíos del desempleo son particularmente graves en América Latina y el Caribe, donde las cicatrices de la reciente recesión tendrán un importante efecto de arrastre en 2017, así como en África Subsahariana, que registra su nivel de crecimiento más bajo en dos décadas. Ambas regiones enfrentan un fuerte aumento en el número de individuos en edad de trabajar.
Por el contrario, el desempleo debería disminuir en 2017 en los países desarrollados reduciendo su tasa a 6,2 por ciento (frente a 6,3 por ciento). Pero el ritmo del progreso está desacelerando y hay señales de desempleo estructural. En Europa y América del Norte, el desempleo de larga duración sigue siendo obstinadamente alto en comparación con los niveles anteriores a la crisis y, en el caso de Europa, sigue ascendiendo a pesar del descenso de las tasas de desempleo.
Los déficits de trabajo decente alimentan el descontento social y el deseo de migrar
Otra tendencia importante destacada en el informe es que la reducción en la pobreza de los trabajadores se está desacelerando, comprometiendo la perspectiva de erradicar la pobreza como establecen los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas . El número de trabajadores que ganan menos de 3,10 dólares al día incluso debería aumentar de más de 5 millones durante los próximos dos años en los países en desarrollo.
Al mismo tiempo, el informe advierte que la incertidumbre mundial y la falta de empleos decentes, entre otros factores, alimentan el malestar social y la migración en muchas partes del mundo.
Entre 2009 y 2016, la proporción de población en edad de trabajar que desea migrar al exterior aumentó en casi todas las regiones del mundo, a excepción de Asia Meridional, Asia Sudoriental y el Pacífico. El incremento más importante tuvo lugar en América Latina y el Caribe y en los Estados Árabes.
Un llamado a favor de la cooperación internacional
En lo que se refiere a las recomendaciones en materia de políticas, los autores estiman que un esfuerzo coordinado dirigido a ofrecer estímulos fiscales y un incremento en la inversión pública que tenga en cuenta el espacio fiscal de cada país, proporcionaría un impulso a la economía global y reduciría el desempleo mundial en 2018 de cerca de 2 millones en relación a las previsiones iniciales.
Sin embargo, estos esfuerzos deberían estar acompañados de una cooperación internacional.