Un nuevo estudio de la OIT pone de manifiesto las nuevas tendencias y las buenas prácticas en materia de diálogo social, basándose en estudios de caso en once Estados miembros de la Unión Europea, entre ellos, España.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en cooperación con la Comisión Europea, presentará el próximo 30 de marzo una nueva publicación titulada Talking through the crisis: Social dialogue and industrial relations trends in selected EU countries (Hablando de la crisis: Tendencias en el diálogo social y las relaciones laborales en países seleccionados de la UE ).
El libro analiza las tendencias emergentes y las buenas prácticas en materia de diálogo social, y reúne estudios de caso de once Estados miembros de la UE: Alemania, Bélgica, Eslovaquia, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Lituania, los Países Bajos y Suecia. Oradores de la OIT, de la Comisión Europea y de los interlocutores sociales europeos analizarán las principales conclusiones de este estudio.
Si bien el diálogo social entre gobiernos, organizaciones de empleadores y de trabajadores contribuyó a configurar las primeras respuestas políticas a la crisis de 2008, el mismo ha estado sometido a una enorme presión a causa del deterioro de la situación económica. En algunos países, el diálogo tripartito se debilitó o hasta colapsó. Una conclusión importante es que el regreso del crecimiento económico, en la mayoría de los casos, pero no en todos, tiene que estar acompañado por una recuperación al menos parcial del diálogo social tripartito.
Donde existían instituciones nacionales de diálogo tripartito, éstas facilitaron las discusiones y las negociaciones entre los interlocutores sociales y el gobierno sobre las reformas del mercado laboral necesarias para favorecer un regreso al crecimiento positivo, y permitieron restablecer la confianza que había sido erosionada durante los difíciles años de la crisis.
Es interesante notar que, en algunos países, el diálogo bipartito entre las organizaciones de empleadores y de trabajadores compensó la ausencia del diálogo tripartito, dando lugar a convenios colectivos que introdujeron mejoras de las condiciones de trabajo. Además, el libro destaca el potencial del Semestre Europeo para la participación activa de los interlocutores sociales en los procesos políticos nacionales, un potencial que aún no ha sido plenamente aprovechado.