Para la Organización de Inspectores de Hacienda, la subida de impuestos sólo se justifica si se consigue incrementar los ingresos públicos con la mínima distorsión en el mercado, y eso no es claro que vaya a ser así de subirse el IVA. El IVA grava el consumo al repercutirse por la empresa al consumidor final, pero en un mercado donde no hay mucha demanda las empresas no lo pueden repercutir suponiendo una merma de su margen más que un aumento de precio a pagar por el consumidor.
En estas condiciones estiman los Inspectores que las posibilidades de que el IVA no se ingrese en Hacienda aumentan considerablemente por incrementarse el fraude fiscal.