Hasta ahora, el Gobierno aseguraba que no habría nuevas subidas de impuestos este año después de elevar el IRPF y el IBI el pasado mes de diciembre.
El propio Montoro, durante el debate en el Congreso sobre el techo de gasto no financiero de los Presupuestos de este año, descartó una subida del IVA y fuentes de Hacienda niegan que se aprueben incrementos de tipos impositivos. Sin embargo, hay muchas maneras de elevar la fiscalidad sin necesidad de tocar los gravámenes. En este sentido, Hacienda tiene encima de su mesa propuestas para eliminar o reducir deducciones y beneficios fiscales en el impuesto sobre sociedades u otros tributos. Además, también hay margen para incrementar los ingresos a partir de cambios en el sistema de liquidación de los tributos.
Estos son los ámbitos en los que trabajan los técnicos del Ministerio de Hacienda para lograr el nuevo objetivo de déficit exigido por la UE, que eleva en 5.300 millones el ajuste que debe realizar España. Es decir, el conjunto de la Administración tiene hasta final de año para reducir sus números rojos en 34.931 millones frente a los 29.600 millones previstos en la hoja de ruta que fijó Hacienda y que el lunes endureció la Comisión Europea.
El mayor esfuerzo recaerá exclusivamente sobre la Administración central, cuyo objetivo de déficit pasa del 4% al 3,5%. El ajuste requerido para el resto de Administraciones (comunidades autónomas, ayuntamientos y Seguridad Social) no varía. Hay que tener en cuenta que la suavización del objetivo de déficit anunciado por el Gobierno a principios de marzo contemplaba un escenario presupuestario más benévolo para la Administración central. Ello sugiere que el Ejecutivo ya contemplaba la posibilidad de que la UE exigiera un ajuste mayor.
Fuente: Cinco Días