El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, ha descartado la posibilidad de ampliar más allá del 30 de noviembre el plazo para acogerse a la amnistía fiscal, y ha indicado que los efectos de medidas como ésta se suelen acumular al final del periodo porque este tipo de contribuyentes esperan hasta el último momento para presentar regularizaciones extraordinarias.
Según dijo, se trata de un programa excepcional, único cada 20 años y, por tanto, no admite que sea periodificado en el tiempo. Lo importante es la foto de final de noviembre, indicó preguntado por los resultados actuales de la amnistía fiscal, que hasta el mes de junio había supuesto un ingreso para las arcas públicas de 50 millones de euros, frente a los 2.500 millones previstos.
En declaraciones a los medios al término de la jornada La fiscalidad que saldrá de la crisis: la lucha contra el fraude como objetivo de política tributaria, organizada por Deloitte, Cámara Valencia y la Confederación Empresarial Valenciana, aseguró, ante las peticiones de algunos asesores fiscales para que se amplíe el plazo más allá del 30 de noviembre, que eso no se ha planteado ni mínimamente en el Ministerio.
El 30 de noviembre será el último día en que se puedan enviar declaraciones tributarias por vía telemática para la regularización.Hay tiempo suficiente como para organizar este tipo de información y presentar la declaración, zanjó Ferre, tras insistir en que este tipo de procesos tienen que llevarse a cabo con ideas, mensajes o esquemas muy claros, inamovibles.
El número dos del Ministerio de Hacienda hizo hincapié en que es una oportunidad para los contribuyentes que disponen de ese tipo de activos, ya que, según afirmó, después del coste que genera una medida de este tipo, es evidente que este Gobierno ni en esta legislatura ni en las que tuviera por delante se va a plantear de nuevo este tipo de programas.
Así, añadió que la propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomienda que las amnistías fiscales se hagan de forma excepcional y acompañándolas de potentes medidas de lucha contra el fraude y nunca con carácter continuo.
Ferre indicó que, junto al objetivo recaudatorio de la medida, es casi más importante conseguir que afloren a la economía española esas rentas, algo que no puede traer más que beneficios al conjunto de la actividad económica.
En su intervención, afirmó que no va a haber complicidad con el fraude fiscal y, de hecho, recordó que van a entrar en vigor las medidas de lucha contra el fraude fiscal posiblemente más ambiciosas de los últimos 20 años, con el objetivo de recuperar el nivel de recaudación que le corresponde a un Estado civilizado y normal como el español y, con ello, devolver a una senda razonable los tipos nominales de los impuestos que ha habido que subir recientemente.
Fuente: Europa Press