Después de un año de duros recortes, subidas de impuestos y reformas económicas ejecutadas en plena crisis, por si al Gobierno se le empezaban a acabar las ideas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) puso ayer a España deberes en el informe bienal sobre la economía española que realiza el organismo que dirige José Ángel Gurría. Subir más el IVA, abaratar más el despido, volver a reformar las pensiones para bajar las prestaciones, suprimir la jubilación parcial, acabar con las deducciones en el IRPF por las aportaciones a planes de pensiones, suprimir con carácter retroactivo algunas deducciones por vivienda y endurecer las condiciones para cobrar el desempleo son solo algunas de sus propuestas.
Gurría acudió ayer a Madrid a presentar el informe. Se reunió con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; con la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y compareció luego con el ministro de Economía, Luis de Guindos, para hacer público el informe. El secretario general de la OCDE se deshizo en elogios con las medidas del Gobierno de Mariano Rajoy, en ocasiones con las mismas palabras que usó en su día para alabar algunas de las medidas más controvertidas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Ayer, Gurría aseguró que España está llevando a cabo los ajustes de manera muy ejemplar y con gran valentía.
Frente a las buenas palabras, las previsiones del informe pintan un panorama negro para la economía española. De ellas se deduce que el paro se instalará por encima de los seis millones de personas desde finales de este año o comienzos del próximo y seguirá por encima de esa cota al menos hasta final de 2014, que la economía caerá en 2013 casi el triple de lo que dice el Gobierno y que España incumplirá por mucho las previsiones de déficit. España se encuentra inmersa en una recesión prolongada y la perspectiva de una recuperación inmediata sigue siendo remota, ya que el desapalancamiento del sector privado todavía tiene mucho recorrido por delante, dicen las conclusiones.
Fuente: El País