La industria tabacalera y el sector de las bebidas espirituosas son conscientes de que, más temprano que tarde, abrirán el Boletín Oficial del Estado (BOE) y constatarán que los impuestos de los productos que venden han subido. Para el tabaco, supondrá el cuarto incremento fiscal desde que Mariano Rajoy ganó las elecciones en noviembre de 2011. En cambio, las bebidas espirituosas habían sorteado los sucesivos aumentos impositivos. Hasta ahora.
Fuentes de la industria de destilados se muestran ya casi resignadas y apuntan que Hacienda les ha comunicado que elevará en torno a un 10% la fiscalidad que soportan bebidas como el whisky o el ron.
Fuentes de Hacienda recuerdan que las subidas de impuestos específicos a determinados productos no se anuncian y se remiten a las palabras de su ministro, Cristóbal Montoro, que anunció el pasado 26 de abril que aumentarían los impuestos especiales (tributos que gravan el alcohol, el tabaco, los hidrocarburos y la electricidad). Sin embargo, Montoro añadió que el aumento impositivo no afectaría ni a los hidrocarburos ni a la hostelería.
Unas palabras que tranquilizaron en un primer momento al sector de los destilados hasta que conocieron que Montoro descartaba la subida del vino y de la cerveza, pero no así de las bebidas espirituosas.
Fuente: Cinco Días