Ofrecer una mayor asistencia a los contribuyentes (que podrán tener un mayor control de sus datos fiscales) y reformar el control tributario haciéndolo más inmediato selectivo y eficiente. Estos son los objetivos a los que responde el nuevo modelo de recaudación de IVA en el que trabaja la Agencia Tributaria, según informó ayer el director de la Agencia, Santiago Menéndez.
Se trata, presumen, de una gestión del IVA basado en la información a tiempo real de las transacciones comerciales, que permite anticipar la información en tanto que se acerca el momento de la contabilización de las facturas al de la realización efectiva de la operación económica, con el correlativo mayor control de la gestión del Impuesto.
Se da así, dijo, un paso más en la tendencia de Hacienda en ser intensiva en el uso de las Nuevas Tecnologías, si bien tendremos que esperar hasta el 1 de enero de 2017 -y dar tiempo a las empresas y a la Agencia para desarrollar los procesos de adaptación informática oportunos, apostilló- para que el nuevo Sistema de Suministro Inmediato de Información (S.I.I.) esté efectivamente en marcha.
De este modo, las empresas deberán remitir a la AEAT el detalle de registro de las facturas de forma que el Libro Registro del IVA -que hasta ahora se lleva en las empresas- se llevarán en la sede electrónica de Hacienda. Ahí se dispondrá de un Libro Registro declarado y otro contrastado con la información de contraste de terceros -proveedores, clientes, etc.- que opten por este sistema. Algo que, repercutirá, aseguró el director del departamento de gestión tributaria, Rufino de la Rosa, en un descenso de sus obligaciones formales, en tanto que, desaparecen los actuales modelos en papel 347, 340 y 390, Algo que, además, supondrá, a su juicio, una reducción de errores en el cumplimiento de las obligaciones formales y en las propias declaraciones.
Asimismo, explicó que estas nuevas labores de control nos permitirán agilizar los procesos de devolución a los contribuyentes que tengan ese derecho.
Los contribuyentes adscritos al sistema dispondrán de cuatro días para enviar la información desde el momento en que emitan o reciban una factura.
En principio, el sistema será obligatorio únicamente para las grandes empresas (con un volumen de trabajo de más de 6 millones de euros), grupos de IVA e inscritos en el régimen de devolución mensual, al tiempo que podrán adherirse voluntariamente tanto las empresas, grupos de empresas y contribuyentes que lo deseen.
Según los cálculos de Hacienda, el nuevo sistema afectará a unas total de 62.000 compañías -que suponen el 80 por ciento de la recaudación del impuesto-.
Fuente: El Economista