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La Comisión Europea sugirió ayer a España que suprima o limite la desgravación fiscal por planes de pensiones privados y las múltiples deducciones en el impuesto de sociedades con el fin de mejorar la eficacia del sistema impositivo.
Bruselas denuncia que el elevado número de deducciones en los impuestos directos reduce la recaudación tributaria y es fuente de distorsiones.
En el impuesto sobre la renta personal, la desgravación fiscal de las contribuciones a planes de pensiones tiene efectos regresivos y falsea la composición del ahorro, sostiene el Ejecutivo comunitario.
Por su parte, en el impuesto de sociedades, existen importantes deducciones para calcular la base imponible que reducen el tipo efectivo, hasta situarlo en torno al 60% del establecido en la reglamentación. El resultado es que, aunque las pequeñas empresas tienen un tipo reducido del 25%, en promedio las PYME pagan un tipo efectivo mayor que las empresas más grandes.
La recomendación de Bruselas en este sentido es considerar una mayor limitación del gasto fiscal relativo a la imposición directa, es decir, de las deducciones que afectan a estos dos impuestos.
El Ejecutivo comunitario ya reclamó el año pasado acabar con la desgravación por vivienda, una petición que fue seguida por el Gobierno. Ahora Bruselas quiere que en marzo de 2014 se examine la eficacia del marco regulador para apoyar el mercado de alquiler de viviendas.
En materia de impuestos, además de sugerir la subida del IVA a algunos productos a los que se aplica el tipo reducido, el Ejecutivo comunitario solicita aumentar los impuestos a los combustibles y, en particular, acabar con el trato preferente del gasóleo frente a la gasolina y revisar el impuesto de circulación para que refleje la eficacia medioambiental de los vehículos.
La Comisión recomienda también revisar los impuestos aplicados a los vertederos y a otros residuos y mejorar la política de precios del agua.
En cuanto a transporte, el Ejecutivo comunitario pide a España reducir el coste para las finanzas públicas de las infraestructuras no rentables y realizar una evaluación independiente de los grandes proyectos futuros a fin de evitar nuevas sobreinversiones. Parece conveniente reducir la inversión pública y centrarse en el mantenimiento de las redes, apunta.
En este sentido, Bruselas cree que el programa de reformas de España expone algunos objetivos contradictorios para la política de transporte, como reducir los costes de explotación de la red y seguir construyendo líneas ferroviarias de alta velocidad. Y reclama concentrar recursos en los corredores ferroviarios de mercancías mediterráneo y atlántico para conectar los principales puertos.
Fuente: Europa Press
