El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha mostrado absolutamente convencido de que el Gobierno presentará una buena reforma laboral que perseguirá el objetivo básico de fomentar el empleo.
Rajoy ha explicado que el objetivo de la reforma será generar estabilidad en empleo, flexibilidad interna en las empresas y, sobre todo, facilitar mecanismos de ajuste alternativos al despido en momentos de crisis.
Durante su comparecencia en el Congreso Rajoy ha subrayado que las cifras de empleo, por desgracia, no van a mejorar en el corto plazo, sino que empeorarán en el año 2012, por lo que la intención del Gobierno es plantear una reforma laboral amplia, profunda y equilibrada.
Según Rajoy, no se puede culpar a la regulación del mercado de trabajo y a la legislación laboral. Sería un profundo error, ha dicho, tras insistir en que, a pesar de esto, se necesita una profunda reforma que favorezca la creación de empleo.
Además, ha asegurado que es partidario de que la ordenación legal en este terreno cuente con el apoyo de las partes directamente implicadas –sindicatos y empresarios–, aunque los agentes sociales no han avanzado de forma clara en algunos aspectos que afectan a la reforma como la intermediación, la contratación, la flexibilidad interna, la formación o la estructura de la negociación colectiva.
Sin embargo, sindicatos y empresarios han enviado al Gobierno los acuerdos parciales y las razones de los desacuerdos que, según Rajoy, han enriquecido la elaboración de la reforma en la que trabaja el Gobierno.
Fuente: Europa Press