El recrudecimiento de la crisis económica provocó en el 2011 un incremento de los delitos económicos, sobre todo por fraude en el IVA, según consta en la memoria de la fiscalía general del Estado del año pasado publicada ayer. Con datos de todas las fiscalías, el informe constata que existe una tendencia al alza en el número de delitos contra la Hacienda Pública y que las investigaciones por defraudación del IVA aumentaron de forma significativa, aunque no da cifras exactas. Por el contrario, el número de delitos societarios se habría estancado, mientras que los referidos al IRPF se habría estabilizado o reducido, debido a la acción específica de la Agencia Tributaria.
La memoria de la fiscalía advierte de que la crisis económica lejos de remitir, se ha ensañado con la sociedad y alude a que el cierre de empresas, la pérdida de puestos de trabajo y las crecientes dificultades, son el caldo de cultivo idóneo para la comisión de un nutrido número de delitos económicos.
La fiscalía de Barcelona reseña un mayor número de infracciones por fraude del IVA y alude al creciente nivel de sofisticación al que se ha llegado en los mecanismos para defraudar. También la de Madrid destaca las tramas organizadas para la defraudación de este impuesto en el marco de adquisiciones y entregas intracomunitarias de bienes. La fiscalía de Vizcaya plantea la necesidad de afrontar reformas legales para tipificar mejor los delitos contra la Seguridad Social.
El informe invita a los fiscales a tener un espíritu crítico y no criminalizar conductas delictivas que no lo merezcan y obedezcan a razones económicas coyunturales y sin embargo ser más rigurosos con las conductas defraudatorias que causan directa o indirectamente pérdida de puestos de trabajo.
Asimismo, señala que lo más desolador ha sido el numeroso tiempo invertido en la investigación y enjuiciamiento de los delitos contra la hacienda pública y lamenta que estas dilaciones hayan provocado, en ocasiones, las prescripciones de algunos delitos investigados, o sentencias tardías que serán absolutamente ineficaces.
Fuente: El Periódico