La guerra sin cuartel contra la evasión fiscal que ha generado la crisis, recrudecida ahora mismo por los escándalos relacionados con cuentas opacas en algunos gobiernos, ha llevado a España, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia a lanzar un instrumento piloto para el intercambio multilateral, automático y estandarizado de información tributaria a partir de los datos de la banca. Así se lo han comunicado en una carta al comisario europeo de Fiscalidad, Aduanas, Lucha contra el Fraude y Auditoría, Algirdas Semeta, los ministros de Hacienda de los cinco países, incluido Cristóbal Montoro.
Este G5 europeo aprovecha el marco que ya ha creado EEUU con la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras (Fatca, en inglés), que todos han firmado con Washington de forma bilateral y lo extienden a la UE con la intención de ir sumando miembros.
De hecho, ya se ha invitado a Austria y a Luxemburgo a enrolarse y acabar con el secreto bancario que mantienen como estados con privilegios en la Directiva del ahorro. En este contexto, Luxemburgo y Liechtestein anunciaron ayer que en 2015 darán información.
La misiva destaca que el proyecto piloto no sólo servirá para atrapar y disuadir a los evasores fiscales sino también de patrón para un más amplio acuerdo multilateral.
Los cinco países valoran el plan de acción para combatir el fraude y la evasión fiscal anunciado el pasado diciembre por la Comisión Europea. Pero quieren más. Y si puede entrar en vigor en 2014 como Fatca, mejor. Hasta ahora, se podían beneficiar de la Directiva de Asistencia Mutua que España adaptó en enero, pero los intercambios son sólo entre agencias tributarias y no son automáticos. Lo mismo ocurre con la aplicación de la cláusula de nación más favorecida, que permite a un Estado beneficiarse de los acuerdos adoptados con un tercero por otro país con el que se tenga suscrito un acuerdo de intercambio de información.
Sin embargo, el proyecto europeo obligará a todos los bancos que operan en España a informar de las cuentas de británicos, franceses, alemanes e italianos a sus respectivos países de forma automática.
La Hacienda española recibirá la misma información. El modelo Fatca, que Estados Unidos está negociando con otros muchos países, como Suiza, fija la transmisión de información desde las entidades financieras de esos estados a Washington. Fatca penaliza el incumplimiento tributario de las entidades con retenciones del 30%. En la UE no habría recargos a la banca sino que se aplicarán las sanciones que cada Estado prevé.
En España, coincide con la nueva obligación de informar sobre bienes y cuentas en el extranjero que afecta a británicos o alemanes que residen en la costa, por ejemplo. Reino Unido dará información de las islas del Canal (Man, Jersey, Guernsey) pero no de Gibraltar.
Fuente: Expansión