El Gobierno está ultimando los detalles de la reforma fiscal que presentará mañana.
Planea una gran rebaja en el IRPF para que los contribuyentes lo perciban en su bolsillo a partir de enero del año que viene, cuando arranca el ciclo electoral. De esta forma espera que se olviden los múltiples aumentos en otros impuestos como en IVA, especiales… aprobados en la primera parte de la legislatura.
Sobre el Impuesto sobre la renta (IRPF), el Gobierno ha adelantado que rebajará los tipos en todos los tramos del impuesto. Busca favorecer a las rentas medias y bajas pero el cambio beneficiará también a las rentas más altas. El IRPF pasará de siete a cinco tramos, lo que permite concluir que el tipo máximo bajará del 52% a cerca del 48%. La idea es revertir en dos años el gravamen complementario la subida que aprobó Rajoy nada más llegar a La Moncloa en diciembre de 2011. El tipo mínimo se reducirá desde el 24,75% al 24% o incluso a una tasa inferior.
El Ejecutivo también ha anticipado que los trabajadores que ganen menos de 12.000 euros no pagarán por el IRPF. Actualmente ya no pagan los que ganan menos de 11.200 euros. No obstante, estos días está estudiando medidas para acentuar la rebaja de impuestos tras el tropiezo electoral y podría dejar exentos a los ciudadanos que ganen menos de 14.000 euros, los mileuristas.
Otra de las novedades será la mejora del tratamiento fiscal para familias y contribuyentes con familiares a su cargo, dependientes y mayores. El Gobierno estudia limitar o incluso eliminar la deducción por rendimientos del trabajo, un beneficio fiscal que en teoría se aplica para que los trabajadores se puedan deducir gastos implícitos por trabajo. Esta, además, es una de las recomendaciones del grupo de expertos creado por el Gobierno para que hiciesen una propuesta de reforma fiscal.
Los expertos también reclamaron suprimir la deducción por despido en el IRPF, cuestión que el Ejecutivo tiene sobre la mesa y sobre la que aún no ha tomado una decisión.
Aunque los principales organismos internaciones (FMI, Comisión Europea y OCDE) han recomendado a España que elimine con carácter retroactivo la deducción por adquisición de vivienda para aquellos que compraron antes de 2013, el Ejecutivo la mantendrá debido al alto coste electoral que tendría esa decisión.
El conjunto de medidas que permitirá a los cerca de 19 millones de contribuyentes del IRPF pagar menos al fisco tendrán un coste de unos 5.000 millones entre 2015 y 2016. El Gobierno podría profundizar en la rebaja bajando los tipos, porque considera que tiene margen ante el buen comportamiento de la recaudación, que crece más de un 5% en lo que va de año.
Hacienda considera que intensificar la rebaja supone poner dinero a disposición de los ciudadanos que gastarán más y subirá la recaudación por IVA. Los cálculos políticos y económicos podrían confluir.
Fuente: El País