El Instituto de Estudios Fiscales y la Dirección de Tributos trabajan en el diseño de un mecanismo de rebaja de los tipos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en proporción similar al del avance de la inflación.
El objetivo es que el encarecimiento anual de los precios [inflación] se compense por medio de una rebaja equivalente de los tipos fiscales regulados en la escala del IRPF. Esta escala consta actualmente de cinco tramos: el máximo con un tipo del 45% y el mínimo con un gravamen del 15%.
Entre las posibilidades que se les ha pedido analizar a los organismos técnicos figura tanto la posibilidad real de aplicar este mecanismo cada año, como la de acumular el efecto para aplicar la rebaja de los tipos tras dos ó tres años.
De forma tradicional, para corregir los efectos de la inflación en la tarifa tributaria se habían introducido modificaciones en la tarifa de gravamen mediante modificación de las bases a las que se aplicaba los tipos de gravamen que no cambiaban. Mediante este sistema se ajustaba la tarifa a la evolución de la inflación. El sistema que está estudiando el Gobierno consiste en modificar no las bases a las que se aplican los tipos sino los propios tipos de forma que, para tener en cuenta la inflación, sean estos cada vez menos elevados.
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