El Gobierno se vio ayer envuelto en un nuevo embrollo, en esta ocasión sobre los días libres de los que disfrutan los funcionarios. La opinión pública fue testigo ayer de las diferencias internas dentro del Ministerio de Hacienda: si a primera hora el Gobierno confirmaba a este periódico que estudia eliminar los famosos moscosos de los funcionarios (los seis días festivos que disfrutan los empleados públicos y no el resto de los trabajadores), horas después Hacienda emitía un comunicado descartando radicalmente que se vaya a aprobar esta medida.
El ministro Cristóbal Montoro fue el que frenó personalmente el proyecto que se había elaborado en la secretaría de Estado de Administraciones Públicas. El borrador del Estatuto de la Función Pública estaba en fase muy preliminar, y no contaba con el visto bueno de la dirección del Ministerio, que pretende negociar este peliagudo asunto con los sindicatos y con las comunidades autónomas en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).
Los partidarios de eliminar los moscosos lo justificaban diciendo que se evitaría que fuera necesario bajar de nuevo el sueldo a los empleados públicos, una iniciativa que sí que están aprobando numerosas comunidades autónomas, tanto las gobernadas por el PP como por el PSOE.
Más allá de esta medida, más aleccionadora que ahorrativa, el Gobierno sí que se está planteando establecer incentivos para fomentar la productividad de los trabajadores de las administraciones. El Ejecutivo quiere establecer salario variable en toda la Administración, lo que podría implicar rebajas de sueldos para los empleados poco productivos.
Fuente: Expansión