Cada día mueren en España entre cuatro y cinco trabajadores en el desempeño de su actividad, aproximándose a los 1.000. En 2005 se ha incrementado el número de accidentes laborales con resultado de muerte un 7,6% respecto de 2004.
Para combatir este importante problema social y laboral, el Ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos han acordado un plan para ponerle freno en 2006 cuya medida más novedosa consiste en controlar a las empresas con presencia nacional cuyos índices de siniestralidad estén por encima de la media. El objetivo es abarcar 1.000 grandes empresas aunque de momento en 2006 se ha iniciado el plazo con una cifra que se situará, a final de año, entre 250 y 300.
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