Así resulta del informe de recaudación tributaria del mes de febrero publicado por la AEAT:
En el conjunto de enero y febrero los ingresos por IRPF disminuyeron un 4,7%. En términos homogéneos (eliminando el efecto del distinto ritmo de devoluciones en 2015 y 2016 y de los aplazamientos de entes públicos), los ingresos cayeron un 3,3%.
Hay tres hechos a destacar en febrero. El primero es el impacto de la nueva rebaja de los tipos a partir del 1 de enero de 2016. Como se ha visto en el Cuadro 0, esta rebaja redujo los ingresos en 230 millones, 213 en retenciones del trabajo y 17 en retenciones de capital. En las retenciones de las Grandes Empresas el descenso de tipos supuso una caída de los ingresos del 1,9%. Esta caída es inferior a la disminución del 5% que se registraba en los últimos meses, pero éstos no son una buena referencia porque estaban afectados por el RDL 9/2015 de julio que obligó a ajustar el tipo reduciéndolo mucho en la segunda parte del año. La caída observada en febrero es compatible con una mejora en la masa salarial de estas empresas y con la rebaja de los tipos, con respecto a los vigentes a comienzos de 2015, de alrededor del 5% en el tipo medio de los salarios y de un 21% en el tipo que recae sobre los profesionales. Para otros colectivos las primeras estimaciones indican que el tipo medio en los salarios de los empleados públicos habría disminuido un punto menos que en las Grandes Empresas y que en las pensiones el tipo se habría mantenido igual al de 2015, lo que significa que en este caso el efecto de la reforma habría sido el de evitar el aumento del tipo medio que, en ausencia de la misma, se habría producido.
El segundo hecho destacable fue el considerable aumento de los pagos fraccionados, contabilizados en febrero pero correspondientes al cuarto trimestre de 2015. El incremento acumulado en los dos primeros meses (14,2%) fue incluso superior al que se venía observando en los trimestres anteriores (alrededor del 13,5%).
Por último, hay que señalar la mejora que experimentaron en enero y febrero las rentas de capital mobiliario. En ambos meses se produjo crecimiento en las rentas (presumiblemente por el impulso de los mayores dividendos), aunque en enero por la caída del tipo y en febrero por la comparación con un período de 2015 con elevados ingresos de otros períodos, ese aumento todavía no se pudo traducir en un incremento de las retenciones.
En febrero la recaudación del Impuesto sobre Sociedades tampoco es significativa. Como en enero, no hubo apenas ingresos y continuaron haciéndose las devoluciones del ejercicio 2014.
Los ingresos por IVA aumentaron en los dos primeros meses un 1,4%, un 0,8% en términos Homogéneos.
Lo más relevante en esta figura es la distinta dinámica que muestran los diferentes colectivos de contribuyentes. Así, mientras los ingresos brutos crecieron un 0,1% en el conjunto de enero y febrero, los ingresos mensuales (importación y declaraciones mensuales de Grandes Empresas, grupos y exportadores) disminuyeron un 3,7% y los ingresos trimestrales de las pymes aumentaron un 8,1%. Esta discrepancia se produce porque las pymes se concentran en sectores que están teniendo un mejor comportamiento, pero también porque los ingresos mensuales continúan afectados por los cambios en la gestión del impuesto que provocan que ahora parte de sus ingresos se perciban en forma de menores devoluciones en el futuro (de hecho en las declaraciones de enero las devoluciones mensuales solicitadas volvieron a caer, esta vez casi un 24%).
En los Impuestos Especiales los ingresos hasta febrero disminuyeron un 2,3% (en términos homogéneos, sin las devoluciones del céntimo sanitario). Los datos de febrero fueron negativos (-3,6%).
En el Impuesto sobre Hidrocarburos (cuyos ingresos cayeron un 1,2%) se juntaron dos factores adversos: el calendario laboral que presionó a la baja el consumo de gasolinas y gasóleo de automoción, y las temperaturas que hicieron que disminuyeran tanto el consumo de gasóleo de calefacción como el de gas natural utilizado en la generación de energía eléctrica. En el Impuesto sobre Electricidad los ingresos disminuyeron un 12,8%. Alrededor de tres puntos se debieron a la evolución de los ingresos de otros períodos (mayores en 2015 que en 2016). El resto del descenso tuvo que ver con los menores consumos (también vinculado al efecto de los días laborables y a las temperaturas benignas de los últimos meses) y, sobre todo, con la bajada de los precios. Por último, en el Impuesto sobre Labores del Tabaco los ingresos se redujeron un 9,2% en febrero, caída que se suma al descenso del 8,4% de enero.