El Gobierno pronostica una subida fulgurante de la recaudación del Estado en plena recesión. Si lo lógico es que la caída del Producto del Interior Bruto (PIB) del 1,7% que se espera para este ejercicio debería provocar una drástica caída de los ingresos tributarios en 2012, las fuertes subidas de impuestos que ha puesto en marcha el Ejecutivo provocará que la recaudación se dispare un 14%, según las previsiones del Ministerio de Hacienda. La amnistía fiscal, la subida del Impuesto de Sociedades, el alza del Impuesto de la Renta y el aumento del Impuesto que grava las labores del tabaco explican este fuerte repunte de los ingresos a pesar de la fuerte recaída de la actividad.
La Administración central espera obtener, después de la cesión a las administraciones territoriales a la que obliga el sistema de financiación, 119.233 millones de euros durante este ejercicio, 14.902 millones más que en 2011, un año en el que se recaudó 104.331 millones a pesar de que la actividad repuntó un 0,7%.
El Gobierno se apoya en el IRPF y en Sociedades, que ha tocado fondo durante la crisis. En cambio, da por perdidos el IVA y los Impuestos Especiales, dos figuras que evidenciarán a lo largo de este año la atonía del consumo y de la demanda interna.
El gran pilar de las arcas de Hacienda será el IRPF, sobre todo después de la fuerte subida de tipos que se aprobó en diciembre, y que en algunas comunidades como Cataluña ha disparado el tipo marginal máximo al 56%. El Gobierno central espera recaudar 73.106 millones de euros durante este ejercicio, un 4,7% más que hace un año a pesar de que se destruirán 630.000 empleos según las previsiones del propio Ministerio de Economía y de que la reforma laboral abre la puerta a la bajada de salarios para evitar despidos masivos.
Pero el repunte más importante se produce en el Impuesto de Sociedades un tributo en el que el Gobierno ha centrado muchas expectativas. Pretende ingresar 19.564 millones gracias a esta figura que grava los beneficios de las grandes empresas, un 17,8% más en comparación con la liquidación de 2011. El aumento de los pagos fraccionados (que pasará a calcularse sobre el resultado contable), el diferimiento de los beneficios fiscales, la supresión de la libertad de amortización y el gravamen sobre los dividendos de fuente extranjera ayudará a Montoro a ingresar 5.350 millones de euros, según calculan los técnicos del Ministerio de Hacienda.
Fuente: Expansión