La UE está trabajando en una reforma de las normas sobre los trabajadores desplazados, aquellos a los que su empresa envía a realizar un servicio en otro Estado miembro durante un período limitado. Ayer lunes la comisión de Empleo del Parlamento Europeo votó su posición. La necesidad de encontrar un equilibrio entre los derechos sociales de los trabajadores, por un lado, y la competencia económica, forman parte de los elementos a tener en cuenta.
El objetivo de la reforma es garantizar unas condiciones salariales justas y una protección social sólida para los trabajadores desplazados, así como unas condiciones equitativas para las empresas.
Movilidad laboral de la UE
La libre circulación de trabajadores en la UE es una de las libertades fundamentales del mercado único. Una de las formas de ejercer esta libertad es mediante el envío de trabajadores desplazados a otro Estado miembro durante un periodo limitado: las empresas pueden prestar servicios en el territorio de otros socios comunitarios sin verse obligadas a establecerse allí.
Estos trabajadores desplazados están cubiertos por la seguridad social del país de origen, en el que están contratados legalmente y desde el que son enviados a otro punto de la Unión.
Además de las razones puramente económicas, el envío de trabajadores a otros países de la UE permite contar con personal altamente cualificado cuando se precisan determinadas habilidades. Este tipo de envíos es particularmente frecuente en ciertos sectores económicos: el sector de la construcción emplea al 42 % del total de trabajadores desplazados en la UE, seguido de la industria manufacturera (21,8%), la educación, la salud y los servicios sociales (13,5%) y los servicios comerciales (10,3%).
Los trabajadores desplazados no deben confundirse con los trabajadores móviles habituales, la forma más común de movilidad laboral en la UE. Estos segundos son ciudadanos que se mudan a otro país de la UE para trabajar allí a largo plazo o permanentemente. Están sujetos a los mismos derechos y obligaciones que los nacionales y están cubiertos por la seguridad social del país anfitrión.
Equilibrio entre libertad y protección
Las normas sobre trabajadores desplazados vigentes en la UE datan de 1996 y comprenden un conjunto de condiciones mínimas, un núcleo duro de derechos laborales, como salario mínimo, máxima extensión del periodo de trabajo, vacaciones anuales pagadas.
Durante los últimos 20 años, la situación del mercado laboral y económico en la UE ha cambiado mucho, lo que hace necesaria una revisión de las normas. Las diferencias en los costes laborales y los salarios pueden convertirse en incentivos para enviar a trabajadores fuera, porque las empresas no están obligadas a pagarles un salario superior al fijado como mínimo en el país de acogida. Esto en la práctica suele traducirse en que a menudo reciben una remuneración menor que los trabajadores locales por el mismo trabajo.
Según la Comisión Europea, los trabajadores desplazados pueden ganar hasta un 50% menos en algunos sectores y países. Esto puede generar una competencia desleal entre las empresas nacionales y las compañías que trasladan temporalmente a sus empleados a ese país, y obstaculiza el buen funcionamiento del Mercado Único de la UE.
Las lagunas en la legislación actual también han llevado a un crecimiento de las prácticas abusivas y fraudulentas, que implican la explotación de los trabajadores desplazados.
Principales puntos de la reforma
Aplicar las mismas reglas a trabajadores desplazados y locales en lo que respecta a remuneración, según lo que establezca la ley o los convenios colectivos, es uno de los principales puntos de la reforma.
«La revisión de la directiva de trabajadores desplazados es vital: hoy tenemos la oportunidad de construir las bases de una Europa social”, sostuvo una de las responsables de la reforma en el Parlamento, la francesa Elisabeth Morin-Chartier, del Partido Popular Europeo.
“No podemos permitirnos retrasar la protección de los trabajadores europeos y establecer un marco para una competencia leal entre empresas”, añadió.
Según la eurodiputada, el centro de su iniciativa política es aplicar a los trabajadores desplazados todas las normas laborales que se apliquen a los locales pasado un tiempo determinado.
La otra responsable de la reforma en el Parlamento, la socialdemócrata holandesa Agnes Jongerius, coincidió en que «los acuerdos colectivos que beneficien a los trabajadores locales también se aplicarán a los trabajadores desplazados en el futuro”.
“Por fin, llegaremos al objetivo de igual salario por igual trabajo en el mismo lugar de trabajo”, subrayó, al tiempo que agregó que con esta propuesta “lucharemos contra la desigualdad y cuidaremos a los trabajadores».
Trabajadores desplazados en cifras
En 2015, había 2,05 millones de trabajadores desplazados en la UE. Entre 2010 y 2015, su número ha aumentado en un 41,3%. Sin embargo, la proporción de trabajadores desplazados en la fuerza de trabajo sigue siendo baja, ya que solo representan el 0,9% del empleo total de la UE.
El 86% de los trabajadores desplazados se dirigieron a quince países de la UE. En términos absolutos, Alemania, Francia y Bélgica reciben el mayor número de trabajadores desplazados, en conjunto, reciben aproximadamente el 50% de todos los trabajadores recibidos. Los principales remitentes de los trabajadores desplazados son Polonia, Alemania y Francia. Italia y España han pasado de ser receptores netos a convertirse en “remitentes” netos de trabajadores desplazados entre 2010 y 2014, sobre todo debido al impacto de la crisis económica.
Fuente: Parlamento Europeo