Montoro presiona a Madrid para que suba el tramo del IRPF y recupere Patrimonio

Al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, le ha faltado tiempo para trasladar a Ignacio González una de las reivindicaciones que quedaron en el saco roto de la Comunidad de Madrid tras la dimisión exprés de Esperanza Aguirre.El recaudador mayor del Reino quiere evitar que la autonomía capitalina sea la nota discordante en la sinfonía fiscal de España, donde la mayoría de CCAA se ha visto obligada a subir impuestos. Así, ni corto ni perezoso, Montoro le ha sugerido a González que restaure Patrimonio e incluso, si es menester, que suba también el tramo del IRPF.
Ni que decir tiene que el flamante presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid ha decidido mirar para otro lado ante una proposición que considera bastante desproporcionaday poco coherente con la política impositiva del Partido Popular. González no está por la labor de matar la gallina de los huevos de oro que ha supuesto para la región el desarrollo de una estrategia emoliente en materia tributaria como palanca para el mantenimiento de la actividad económica enun momento de penuria generalizada. Por lo demás, las posibilidades de asegurar una mayor recaudación son bastante remotas dado el tira y afloja que existe con Hacienda sobre las liquidaciones que corresponden a Madrid dentro del marco de financiación autonómica.
En medios empresariales de la capital se considera que Montoro ha reaccionado con una salida de pata de banco ante la disputa que su departamento mantiene con el Ejecutivo regional acerca de esos 1.000 millones que Hacienda pretende distraer de las entregas a cuenta y liquidaciones para 2013. Según ha señalado el nuevo consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, desde el año 2009 no se han modificado los mecanismos de reparto y la mejor evolución económica de la región debería dar lugar a una mayor financiación y no a una disminución de 1.000 millones.
La tensión con el Gobierno central obliga a Ignacio González a cerrar el Presupuesto de 2013 a martillazos. Sin embargo, el sustituto de Esperanza Aguirre no quiere defraudar el espíritu combativo que la antigua presidenta ha dejado en herencia, por lo que ha dado instrucciones a los responsables de Hacienda de la Comunidad para que afilen el lápiz rojo en materia de gastos absteniéndose de cualquier tentación que induzca a subir impuestos. González no va a admitir fisuras en el IRPF y, por supuesto, va a certificar la bonificación al 100% que disfrutan todos los madrileños en el Impuesto de Patrimonio.
Este último tributo ha sido restaurado por el Gobierno del PP en el proyecto de Presupuestos del Estado después de que la ex vicepresidenta económica del PSOE lo recuperase con carácter temporal para los años 2011 y 2012. Durante estos dos últimos ejercicios la mayor parte de las comunidades autónomas han ido incorporando el impuesto dentro de sus planes fiscales pero Madrid ha mantenido firme el pabellón de Esperanza Aguirre siendo, junto a Baleares y la Comunidad Valenciana, las únicas que actualmente bonifican la totalidad del Impuesto del Patrimonio. Para el próximo ejercicio nadie se atreve a decir de esta agua no beberé pero Ignacio González está dispuesto a ser la única excepción de la regla que impone la Hacienda Pública.
Con el IRPF ocurre tres cuartos de lo mismo porque Madrid es con La Rioja la comunidad que presume de un gravamen más bajo en lo que concierne al tramo impositivo que está reservado a cada gobierno regional. La Generalitat de Catalunya es la que más castiga a las rentas altas mientras que en el cómputo global del impuesto los más perjudicados son los contribuyentes de Asturias.
Ignacio González está dispuesto a defender la solidaridad territorial que consagra laConstitución y no como otros que luchan a brazo partido por modificar el sistema de financiación autonómica dentro de un ambiente cada vez más secesionista. Son maneras distintas de entender la diversidad fiscal que existe en España y que en el fondo ha servido para que Madrid pueda considerarse una de las regiones más ricas del país. Lo único que le pide su presidente a Montoro es que le dejen serlo sin subir impuestos.

Fuente: El Confidencial