Así fue acordado ayer por unanimidad de la Conferencia de Presidentes del Parlamento Europeo y confirmado por el pleno con 561 votos a favor, 69 en contra y 5 abstenciones. La comisión se centrará en analizar los regímenes de fiscalidad corporativa que resultan perjudiciales y las prácticas a nivel europeo e internacional.
La estructura de esta segunda comisión copiará la de su predecesora y utilizará como base de sus trabajos las conclusiones de la primera, con especial atención a las cuestiones pendientes detalladas en la resolución adoptada por la Cámara el 25 de noviembre.
Entre otros objetivos, los eurodiputados examinarán el papel de la Comisión Europea en las áreas de ayudas de Estado y fiscalidad, evaluarán el cumplimiento de los Estados miembros de la normativa tributaria y estudiarán las agresivas prácticas fiscales de algunas compañías.
También verificarán si los países y las instituciones de la UE siguen las recomendaciones de la primera comisión TAXE. Asimismo, prestarán atención a los trabajos en curso por parte de instituciones internacionales, como la OCDE y el G20.