En comparación con el resto del mundo, Europa cuenta con los mejores niveles de protección social y ocupa un lugar destacado en términos de calidad de vida y bienestar. No obstante, Europa se enfrenta a una amplia gama de retos: los efectos de la crisis continúan siendo profundamente sentidos en muchos Estados miembros y, aunque las cosas ya han mejorado en muchos países, siguen existiendo grandes diferencias en la Unión Europea: las tasas de desempleo disminuyen en general, pero varían considerablemente entre los Estados miembros.
Las bajas tasas de natalidad y el envejecimiento de la población también cuestionan la sostenibilidad de los sistemas de bienestar.
La vida laboral también se está transformando sustancialmente debido a la innovación tecnológica, la globalización y el auge del sector de servicios. Los nuevos modelos de negocios en la economía del intercambio con formas de trabajo más flexibles son cada vez más importantes.
Competencias en materia social
Aunque las competencias de la UE en este ámbito son limitadas, ya que es sobre los estados miembros sobre los que recae la responsabilidad del empleo y las políticas sociales, ya en el Tratado de Roma se incluían principios fundamentales como la igualdad de retribución de las mujeres y los hombres o el derecho de los trabajadores a circular libremente dentro de la UE.
En noviembre de 2017, el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión proclamaron que el Pilar europeo de los derechos sociales otorgaría derechos nuevos y más efectivos a los ciudadanos y apoyaría mercados laborales y sistemas de bienestar justos y que funcionen correctamente. En particular, se han realizado avances en:
- La coordinación de la seguridad social de la UE establece normas para garantizar que las personas no pierdan su protección de seguridad social cuando se mudan a otro país europeo.
- Establecer una Autoridad Laboral Europea, para garantizar la aplicación justa y sencilla de las normas de la unión sobre movilidad laboral y coordinación de la seguridad social.
- En mayo de 2018, el Parlamento aprobó una nueva legislación sobre los trabajadores desplazados para garantizar la igualdad de remuneración y trabajo en el mismo lugar.
- Asistencia a los desempleados y a los jóvenes.
- Condiciones laborales, trabajando en nuevas reglas para conciliar mejor la vida laboral y privada y fortalecer los derechos de los padres y cuidadores.
- Mercado laboral inclusivo.