El pasado 15 de enero de 2019, el Parlamento Europeo aprobó una Resolución sobre igualdad de género y políticas fiscales en la Unión (ver resolución).
En la Resolución se plantea la posibilidad de que las políticas fiscales podrían tener sesgos de género ya sea de manera directa o indirecta, esto es, que una disposición fiscal se dirige directamente a hombres y mujeres de una forma diferente, o que la disposición se aplica por igual pero que en realidad existe una discriminación, pues esa política se relaciona con ingresos cuyo impacto sobre cada género es diferente.
Se destaca igualmente que la ausencia de una perspectiva de género en la UE consolida las diferencias entre hombres y mujeres, pues los cambios que ha habido en la fiscalidad han debilitado el poder de distribución de los sistemas fiscales, desplazando la carga fiscal a grupos con bajos ingresos y a las mujeres concretamente, debido a la escasa representación de las mujeres entre las rentas más elevadas y los ratios de consumo superiores a la media que presentan las mujeres en cuanto a bienes o servicios básicos.