Suiza dará todo tipo de datos sobre cuentas bancarias a España a partir del 1 de enero de 2013. Así lo ha acordado el Parlamento helvético, que ha decidido responder a las demandas de información masiva que le planteen los países con los que ha firmado un Convenio para Evitar la Doble Imposición (CDI), como España, lo que supone el fin del secreto bancario suizo.
Esta decisión, que han avalado130 diputados frente a 54 votos en contra, implica que la Hacienda española podrá realizar lo que se denominan demandas agrupadas, es decir, pedir a Suiza que le proporcione datos de contribuyentes que hayan podido cometer fraude o evasión fiscal o, simplemente, haber incumplido alguna norma, pero sin especificar sus nombres ni proporcionar datos de la cuenta o entidad en cuestión, requisito clave hasta ahora.
Y es que aunque España firmó un Convenio con Suiza en 1966 que se ha empezado a renovar en 2006, estos acuerdos únicamente habilitaban a que se pidiera información de contribuyentes específicos, identificados con nombre y apellidos, entidad y cuenta bancaria, además de probar documentalmente el indicio de delito fiscal. El secreto bancario helvético les llevaba a responder sólo a peticiones de jueces en una causa penal.
Pero, de un tiempo a esta parte, Suiza está revisando su modelo de negocio bancario ante las presiones que ejercen la OCDE, la Comisión Europea y EEUU. Las gestiones de este último país, de hecho, han sido uno de los desencadenantes de la decisión de la Cámara suiza. En el caso UBS, EEUU llegó a retener a directivos del banco e, incluso, amagó con adoptar acciones contra sus actividades en su territorio. A partir de entonces, Washington rubricó un acuerdo muy favorable para sus intereses con la Confederación.
El agravio comparativo que suponía el trato privilegiado que daba Suiza a Estados Unidos, unido al endurecimiento de los estándares sobre paraísos fiscales y territorios de baja tributación que lanzó la OCDE en julio han culmina-do en la nueva decisión que, según han reflejado fiscalistas y diputados suizos, rompe con el secreto bancario helvético.
El nuevo marco entra en vigor en 2013, por lo que lo hará a la vez que la Ley contra el Fraude Fiscal que prepara el Gobierno. Es decir, a partir del 1 de enero, estará vigente la obligación de informar, por primera vez, de cuentas en el extranjero, que lleva aparejada multas desde 10.000 euros. Éstas no prescriben y podrán ser imputadas en el último ejercicio no prescrito con una cuantía del 150%.
Para ello, España contará con la información necesaria de Suiza, donde, según Helvea, firma de analistas de Berna, hay cerca de 45.000 millones de euros de contribuyentes españoles. Además, estará vigente el nuevo Código Penal, que agrava el delito fiscal. Queda por dilucidar la retroactividad de la medida, que el Parlamento suizo ha discutido pero no avalado, de momento, y que puede ser soslayada según se realice la petición.
Fuente: Expansión