IRPF, IBI, impuestos especiales, IVA e impuesto sobre sociedades son los tributos que el Ejecutivo ha subido o anunciado que elevará desde que Mariano Rajoy fue investido presidente en diciembre. Sin embargo, en Hacienda ya trabajan en nuevos cambios fiscales cuya finalidad última es elevar la factura tributaria y reducir la olatilivdad en los mercados.
El ministerio de Cristóbal Montoro planea un drástica modificación en la tributación del ahorro que Miguel Ángel Fernández Ordóñez reformó en 2007, cuando era secretario de Estado de Hacienda. Se promoverá que la legislación diferencie entre el ahorrador que lleva un periodo largo con acciones y el contribuyente que compra y vende a corto plazo.
Actualmente,resulta indiferente en términos fiscales lograr una plusvalía en un día que en tres años.
No siempre ha sido así. Antes de 2007, las ganancias patrimoniales obtenidas en la Bolsa o por la venta de una vivienda tributaban en el IRPF al marginal –hasta el 45% en ese momento– cuando entre la compra del activo y su enajenación no transcurría más de un año. En cambio,tras ese periodo, se aplicaba un gravamen del 15%.
Algo similar pretende llevar a cabo Montoro en el caso de las acciones bursátiles. Respecto a los rendimientos del capital mobiliario(intereses de un depósito, por ejemplo), la legislación vigente hasta 2007 establecía una reducción del 40% si el periodo de generación de esa plusvalía superaba los dos años. En 2007 se decidió que todos los productos del ahorro –desde la venta de una casa hasta el rescate de un fondo de inversión– tributaran a un tipo fijo del 18% con independencia del tiempo durante el que se hubiera mantenido la inversión. En cambio,los rendimientos del trabajo aplican un tarifa progresiva que, actualmente, llega hasta el 52%.
La estadística tributaria no ofrece información del periodo de generación de la renta del ahorro, lo que impide realizar proyecciones fiables del efecto de la reforma que estudia Hacienda. En cualquier caso, los últimos datos sobre el IRPF, que corresponden a 2010, indican que 15,6 millones de contribuyentes declararon rentas del ahorro por 1.777 euros de media. En los tramos más altos, figuran 64.909 contribuyentes que, de promedio, lograron 58.105 euros por rentas del ahorro, mientras que otros 5.000 contribuyentes declararon más de 600.000 euros.
Fuente: Cinco Días