El Presidente del Gobierno reconoció que en las negociaciones para la reforma laboral existe un conflicto evidente de intereses entre empresarios y sindicatos, pero negó de forma tajante que la reforma esté atravesando un «parón» o una fase crítica.
Durante su intervención, D. José Luis Rodríguez Zapatero señaló que las negociaciones llevan su tiempo, sobre todo si implican modificaciones en el Estatuto de los Trabajadores y en el modelo social. En este sentido, recordó que la consecución del acuerdo de 1997 entre los agentes sociales precisó un plazo superior al año.»El acuerdo de 1997 tardó quince o diecisiete meses en elaborarse. Hacer un acuerdo social que puede implicar una reforma del Estatuto de los Trabajadores y de otra serie de normas importantes del modelo social es un proceso que lleva tiempo, porque hay un conflicto evidente de posiciones e intereses y buscar el equilibrio es una tarea ardua», argumentó el Presidente.Varias solucionesEn cualquier caso, el Jefe del Ejecutivo se mostró convencido de que en pocas semanas se habrá despejado el objetivo que representa la reforma del mercado de trabajo, un objetivo que dijo tener dos vertientes.Por un lado, impulsar la estabilidad del empleo ante el elevado porcentaje de contratos temporales que existe actualmente, y por otro, adaptar el mercado laboral español a una realidad globalizada y a la necesaria competitividad, aspecto en el que, según afirmó, el Gobierno está dispuesto a hacer un «esfuerzo importante».Zapatero concluyó sus palabras sobre la reforma laboral manifestando su deseo de que las partes puedan alcanzar un acuerdo y reiterando que el Gobierno hará todo lo posible para que así sea.
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