La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) publicó ayer un informe en el que propone establecer un tipo único en el IVA, un tributo que cuenta con un gravamen superreducido del 4%, otro reducido del 10% y un tipo general del 21%. Se trata de una propuesta recurrente de este think tank, que advierte que España presenta un déficit estructural en torno al 3% del PIB, recauda menos que sus socios europeos y la posibilidad de recortar más el gasto público es limitada si se pretende mantener el Estado de bienestar. Es en este contexto en el que el informe firmado por los investigadores de Fedea José Ignacio Conde-Ruiz, Manuel Díaz, Carmen Marín y Juan Rubio Ramírez apuesta por aplicar una reforma fiscal que incremente en cuatro puntos de PIB la recaudación, lo que supone algo más de 40.000 millones.
Es improbable que ningún Gobierno se atreva a fijar un tipo único en el IVA porque resultaría altamente impopular y todos los Estados miembros cuentan con gravámenes específicos inferiores al general. Para Fedea, recurrir al IVA para lograr un efecto redistributivo resulta poco eficiente. Entiende que sería más beneficioso que todos los bienes y servicios tributarán al 21%. El impacto negativo para las rentas bajas que supondría el incremento del IVA en productos como los alimentos o las medicinas, que hoy aplican gravámenes reducidos, se compensaría, en su propuesta, con incrementos del mínimo exento en el IRPF o políticas redistributivas. Suprimir los tipos reducidos supondría un coste de 20.000 si el patrón de consumo se mantuviera. En IRPF y Sociedades abogan por una rebaja de tipos acompañada de una poda drástica de todos los beneficios y deducciones fiscales. En el caso del impuesto sobre sociedades, apuestan por un tipo del 15% –inferior al 25% que incorpora la última reforma fiscal. Además, defienden aumentos en los impuestos especiales y precios públicos.
Fuente: Cinco Días