Se confirma que pese a que la inspección comenzará a funcionar desde el primer día, no sancionará a las empresas que acrediten que están trabajando para implementar su registro.
Con el fin de evitar una avalancha de sanciones a partir del domingo, el Ministerio de Trabajo ha concluido que se otorgará un periodo de gracia a las empresas antes de comenzar las sanciones. Esto quiere decir que habrá un periodo sin multas.
Así pues, si bien es cierto que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social comenzará a comprobar desde el primer día la aplicación del registro de jornada, se perdonaran las sanciones durante las primeras semanas. Para poder beneficiarse de este periodo de gracia, el empleador tendrá que acreditar con pruebas que está negociando con los trabajadores cómo instaurar el registro, o que ya está trabajando en su implementación, y si no es capaz de aportar pruebas, lo más probable es que sea sancionado.
Atendiendo a la situación actual de las empresas, para las grandes compañías no supondrá apenas cambios, ya que la gran mayoría de ellas tienen su propio registro de jornada antes incluso de que el Gobierno anunciara su obligatoriedad, sin embargo, para las pequeñas empresas y los autónomos, que también tienen que cumplir con esta normativa, el proceso puede ser más largo. Y no solo porque tengan menos recursos, sino porque, al no tener representantes de los trabajadores, la negociación puede tornarse complicada.
Gracias a esta medida, muchas empresas podrán evitar las consecuencias de no haber realizado una implementación de los sistemas de registro adecuada, o haberla realizado fuera de plazo, lo que se traduciría en una sanción económica, que oscila entre los 626 y los 6.250 euros.