Desde Idealista destacan una serie de errores que se suelen cometer cuando vamos a comprar un bien inmueble, en relación a los impuestos, la hipoteca que solicitamos o los gastos que conlleva
Cuando se decide por comprar una casa, hay que tener en cuenta que es una inversión. Ésta puede ser una inversión a largo plazo que no sólo conlleva un esfuerzo económico durante la compra de la vivienda sino también posteriormente si hemos solicitado una hipoteca. Aunque la situación del mercado inmobiliario se ha ido normalizando, las ventas están subiendo y los bancos han ido ayudando a los particulares para la financiación. Sin embargo, antes de tomar la decisión, hay que tener en cuenta qué errores se suelen cometer y así evitarlos.
En primer lugar, España no se caracteriza por tener alguna “cultura financiera”, esto quiere decir que no hay una preparación financiera suficiente para entender operaciones como la de comprar un inmueble. Esto también deriva que muchas personas no se acuerden del verdadero coste: por un lado, el precio de la vivienda, y por otro, un 10-15% más para otros gastos (el notario de la escritura, los impuestos derivados del registro u otros impuestos como el IVA, AJD o ITP).
Es por ello que se recomienda buscar sobre la información estadística y la comparación de los precios de mercado, acudiendo a fuentes oficiales (Banco de España, Ministerio de Fomento, el INE…) o inmobiliarias. A su vez, también se debe confiar en la palabra de un abogado fiscalista, quien nos puede ayudar a saber qué impuestos tenemos que pagar. También un notario nos puede ser útil antes de firmar escrituras importantes (el contrato de arras, escrituras de compraventa…).
Si se solicita una hipoteca, hay que tener en cuenta los tipos de interés derivados de la misma (los seguros de vida, del hogar…). Además, no se recomienda hipotecas de muy largo plazo ni que supongan más del 30% de nuestros ingresos; con todos los intereses, una hipoteca de más de 25 años acaba siendo cara. Tampoco se recomienda si tienes un aval, que sea un familiar o un amigo porque en caso de problemas económicos, puedes “arrastrarlos” contigo. Datos como el euríbor se han de tener en cuenta, en especial para hipotecas de tipo variable: si está bajo, habrá una tendencia de que vaya a subir.
Muchas personas reniegan de comprar porque el precio está muy por encima de sus posibilidades. A veces una contraoferta que pueda incluso ser aceptable para quien está vendiendo el inmueble. Por otro, al ser una decisión importante que influye a largo plazo, también quédate con la opción de vivir de alquiler pues eso permite mayor movilidad geográfica y de trabajo.
Cuando vayamos a comprarla, hay que saber qué presupuesto tenemos. Y de ese presupuesto también se tienen que cubrir contingencias que puedan surgir; por ejemplo, que se rompa nuestro coche, comprar muebles nuevos, la comida diaria… Y una vez comprada, también hay unos impuestos obligatorios: el IBI (el Impuesto sobre Bienes Inmuebles), la tasa de basuras o los derivados de una comunidad de vecinos (si vives en una).